16 Ene En la ruta del Chango
César, Mario y Alexander integrantes de @PuraTraba, no se quisieron quedar en casa mientras sus amigos iban camino a Pan de Azúcar y planifican salida de los picados a Caleta El Cobre. La aventura estaba planificada para que lo tradicional nos asegurara una experiencia dentro de lo vivido anteriormente, pero nos saldremos de la rutina.
La salida a las 08:00h a un fin de semana en el sector sur de Antofagasta con el objetivo de meternos en jornadas de pesca en zonas mixtas, el equipamiento necesario y las provisiones listas para el cometido, hasta ahí todo normal..
Pasamos a buscar a nuestro partner Alexander a Caleta El Cobre quien había llegado el día anterior a visitar a una familia de buzos, mariscadores huireros entre otros. Ahí el panorama cambió y da el giro completo a nuestra visita, somos recibidos por el dueño de casa e integrante de la caleta y compartimos lo que sería la primera de muchas conversaciones tomando una reconfortante taza de té con una vista inolvidable a la pequeña bahía, una imagen indescriptible pero lo mas parecido a un cuadro con una paleta de colores marcada de azul y turquesa..
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Pero el objetivo era pescar, así que nos vamos al agua, un recorrido de antiguos lugares de pesca para ver como se venía las mareas durante el fin de semana después de unas marejadas que azotaron nuestras costas y claramente las condiciones auguraban una buena jornada.
Hora de preparar nuestros alimentos pero ya nos esperaban con un ajiaco levantador de almas pecaminosas victimas de la oscuridad de la noche anterior, el cuerpo se componía y la bravura se empezaba a asomar.
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El plan era potenciar 2 jornadas de pesca, sábado por la tarde y domingo de madrugada. Pero hablar de planes a esta altura ya no era una opción, teníamos las comodidad que no esperábamos y menos planeamos en este desafío.
Iniciamos jornada de pesca con las ganas y fe que destacan a todo pescador, el viento amigable de buenas condiciones en general recorriendo diferentes sectores empiezan las capturas y las devoluciones, el pique estaba solo había que buscar. Recuento de la jornada capturas de lenguados y corvinas por parte de Mario y César, Alexander captura bonitos ya que se animó y aceptó la invitación a pescar en bote. El Coleman rojo se empieza a llenar.
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Llega la noche y es hora de prender los fuegos para compartir alrededor esta una buena conversación. Lo que nos traería otra sorpresa, no era necesario armas carpas, los pescadores tenía un techo para la visita, el descanso es breve pero reparador, desayuno preparado y termo con agua caliente, equipo de pesca listo para salida de madrugada, la diana sonaría a las 5:00h y así fue.
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Rumbo norte con altas expectativas casi como una cábala el peregrinar siempre empieza en el mismo lado, ajustamos ruta y encontramos la playa que nos recibiría toda la jornada y empiezan las capturas, Mario pone la nota inicial con tremendo lenguado y corona con una hermosa corvina con la tarea cumplida, al pendiente sus partner, César no se queda atrás y captura unos muy buenos ejemplares de lenguado, pero el pescado más grande es el que no se saca teniendo el pique de una corvina perdiéndola en la rompiente final. Nota aparte Alexander, con más de 12 piques de lenguados ascendiendo de “aprendiz” a “caballero del lenguado” cuando logra su récord de 5 lances y 5 capturas consecutivas. A medida que iba generando sus piques mejoraba su técnica tanto en el lance como en la recogida, felicidades por nivel demostrado.
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El Coleman rojo, salen las cebadas y lúpulos, para dar paso a las capturas.
Nos vamos!! con la misión cumplida sin antes ser victimas de un ataque de panes amasados recién salidos del horno.
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En resumen, queremos agradecer la recepción y hospitalidad de las familias de Nato y tío Chapu sin dudas volveremos a compartir nuevas jornadas inolvidables de momentos que quedarán archivados en los recuerdos que de contarán en historias por años.
Zeta
César Quinteros – Pura Traba – Stella Maris