04 Nov El reencuentro con Lobo Muerto
Afrontando la última parte del año resultaba imperioso hacer esta salida para recargar energías y desconectarse del ajetreo laboral, un salida fundamental que no obstante nos costó bastante coordinar y encontrar la fecha adecuada entre tanta actividad y marejadas.
El lugar elegido fue Lobo Muerto, entro otros factores ya que cómo está vigente la veda de la corvina, no tentarnos e ir directamente en busca de cabrillas y lenguados.
La bajada hasta la playa de lobo muerto está muy complicada para la camioneta 4×2 del Gatito así que optamos por acampar en una zona bien reducida cercana a caleta el cobre, luego de la verificación in situ del Ruben bajamos todos.
No había mucho espacio pero nos arreglamos, allá arriba se instaló la toma Tucana, es peligroso meterse allá, especialmente de noche.
Es bastante cerca de antofa, cerca de 100 klms. solamente y la ruta totalmente pavimentada, nos recibió un agradable día primaveral, ni frio ni calor.
Cómo estaba motivado dije yo cocino, un lomo saltado aunque es un decir ya que manos para cocinar en este grupo nunca faltan y mucho más expertas que yo por cierto.
Mientras saltaba la carne y verduras patito preparó una ensalada de cochayuyo que quedó fenomenal, el que sabe sabe no más.
Por su parte los Tucanes preparaban un pinguino a las finas yerbas en las manos expertas de Pinito.
Justo cuando los platos ya estaban casi casi llegaron los puro ataos.. perdón pura traba, que venían retrasados por compromisos laborales.
Reconozco que guatie un poco ya que el arroz se me apago dos veces por el viento y le faltó llama para sellar bien el filete pero bueno.
Finalmente el pinguino se descongeló y cuál metamorfosis se convirtió en un exquisito pollo arverjado.
Luego fui a pechar postre al campamento tucán.
Y apareció la bermudas del Walter.
Solo por rememorar, una tarde a la pesca con pejerrey, una práctica que dejé hace muchos años para pasarme a los señuelos artificiales, especialmente porque hay un daño colateral de mucho lenguado chico dañado en el intento.
Cómo por arte de magia luego de tres semanas de constante marejadas y tardes ventosas el mar estaba literalmente muerto, con un agua cristalina y una leve brisa.
La tarde estaba para disfrutarla sin lugar a dudas cómo Ricardo desconectándose luego de meses de compromisos laborales muy demandantes, también sirve para eso las salidas de pesca.
El gatito partió a pie hacía el norte y cómo es habitual en los pura traba a recorrer incansablemente toda la zona en camioneta.
Leía una consulta en un grupo de pesca de facebook ¿Qué era más efectivo para el lenguado, el pejerrey o los señuelos?, no quise opinar pero depende de muchos factores, pero pescar con pejerrey tiene su técnica pero no mucho desafío, con un poco de mano una vez terminada esa curva de aprendizaje, puedes llenar un saco de lauchas que te van a picar incansablemente cómo fue este caso, muy activas pero solo tenía una docena de pejes.
Con la misma cola en la misma orilla era cosa de pasearlo y pafft, aunque claro cómo pescador viejo tenía presente ese teoría desmostrada empíricamente de que cuando andan lauchas no andan planchas.
Entretenidísima la tarde, tiene su arte y me trajo muy buenos recuerdos de bonitas jornadas. Se me vinieron a la mente aquellos tiempos en que nos agarrábamos con los rastreros y discutíamos del daño que hacían, en realidad mirando en retrospectiva, más daño hace la sobreexplotación, un par de sarteneros no le hace mal a nadie pero sacar colleras de lenguados en crecimiento de una misma zona genera una presión muy alta de pesca, ya que son peces estrictamente bentónicos que no tiene chance de adaptarse.
En todo caso yo ya di mis batallas, es momento de alejarse y mirar de lejos.
Y llegó gatito que caminó más que kung fu(se me cayó el carnet) y cómo siempre cumplidor gatito con su sarta.
Pinito los fileteo en un dos por tres en el ocaso.
Ya nos estaban preocupando ya que no llegaban y había anochecido hace rato, pero no dejan coto sin buscar los pura traba y coronaron con algunos lenguados y esta sarta de jureles de Edilberto.
El asado asado estaba pituquito, nada menso que filete.
Por supuesto en manos del especialista Panchito, haga sus cotizaciones en el correo del club.
Las tallas de la noche cómo el eje, tienes que vivirlo pero estuvieron muy buenas, especialmente el baile de la mayonesa y el 4 cuartos.
Cuento a parte la organización de la despida de soltero de Ruperto.
La noche muy agradable y antes de las 2 todos estaban en sus carpas por lo que ya antes de las 7 todos los pescadores alistaban sus equipos.
Primera parada de los changos la playa de lobo muerto.
Me arrepentí de haber gastado 8 de los 12 pejerreyes que llevaba, ya que acá igual estaban muy activos los lenguados pero el escenario prometía uno mayor.
Esta playa es complicada ya que la rompiente es muy fuerte y te pica mucho la línea, solo es pescable con mar tranquilo pero he realizado pesca muy buenas acá, la memoria emotiva activada así que las ganas estaban a full.
Un par sarteneros ya aseguraba el almuerzo al menos.
Jorguito con una bonita cabrilla con vinilo.
El último pejerrey.
Cargada bonita, a esperar, 30, 40, 50 segundos para asegurarlo y paffffft booooom pa dentro, era respetable, lo traigo, coletea y me saca unos 15 metros para adentro, ya cerca del cantil y paffft se me cortó ja ja ja.
Bueno, mea culpa, esa línea del carrete para rocas lo tenía de antes de la pandemia, lo tenia en mente y compre una línea nueva y media cara pero decidí terminar de matar la línea vieja en esta salida ya que cómo comenté esta playa es matadora de línea y una vez que llegara la cambiaría por la nueva. Moraleja, puede no haber un mañana.
Sin peje no quisieron nada, ni señuelos, ni vinilos, ni chape, ni billetes de 10 lukas, ni nada. Luego de más de una hora este cobrado con un black minnow y era.
Llegaron los roqueros y nada al fondo de la playa.
En esa misma roca el pato hizo una bonita sarta de cabrillas hace algún tiempo atrás, pero hoy el agua estaba demasiado cristalina y la cabrilla se encueva en estas condiciones.
Niño pancho aprovecho la baja y sacó unas buenas docenas de lapas.
14 años calculé la última vez que bajamos a ese caletón, en esos tiempos recorríamos la zona a pie y si te querías cambiar de picada había que subir y volver a bajar ya que por abajo se hace imposible.
¿Bajamos o no?, vamos no más.
Precioso el color del agua e impresionante la profundidad del caletón, costaba mucho acercarse al fondo con vinilos de 30 grs. y con el agua tan clara había que llegar a las grietas mismas.
Claro que en esos tiempo no existían los vinilos, era a puro cangrejo y jibia.
¿y por qué no innovar?, de eso se trata, un jighead con el típico pulpito de plástico, movimientos de dientes de sierra pafft a media altura un bonito apañado.
Medio día, terminada la jornada, iniciada la osadía de subir, los que más sufrieron el Walter y el Tesoro chico.
Al igual que en la copa de los picados tuvimos la suerte de coincidir con un buzo mariscador que nos vendió algunos erizos. Me acordé de mi papá que cuando chicos se ponía el cangrejo vivo en la lengua y nos asustaba, me encantan los erizos pero nunca había probado el dichoso cangrejo. Con todo si no pa queé….
Peleamos, nos puteamos a garabato limpio pero luego tan amigos cómo siempre, denme 5 de estos y me voy a la guerra tranquilo de tener cubierta la espalda.
Si, nos llamamos los changos y somos aperrados pero estamos extremando el tema sanitario.
Un ajiaco de filete pus gallo, pa qué vamos a limitarnos.
La única parte ingrata del paseo es pensar en desarmar el campamento. Este año casi sólo hicimos paseos largos , los choros, bahía cisne, indígena que son de 3 a 4 días por lo que un paseo de un día para otro se nos pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Que competencia ni que ego, acá somos todos iguales, jefes y empleados, empresarios y cesantes, hetereosexuales y … ha no eso no
A todos se sube al columpio y a todos se le hace abrazo tucán.
Una reparadora siesta escuchando las mentiras que contaban en el toldo, así un ojo el que se me fue.
Ya en Antofa a limpiar el pescado y cocer las lapas.
Un estofado y ceviche de lenguado del marito.
La carbonada de lapa del panchito.
El omega 3 me salió por las orejas, simplemente impagable.
Y descargando las fotos para este reporte me encuentro con esta, se aprendió la clave de desbloqueo de 6 digititos de mi celular y aprendió a sacarse selfies.
Te extrañé tanto tata…. ya ho, si igual te voy a comprar un juguete en el jumbo, ya vamos.
Se va a hacer eterno esperar hasta enero en que cerramos el calendario del stella y luego a planificar el 2024, ojalá con los 3 encuentros recreacionales del norte grande: El encuentro Escualo, La copa Steliana(Ex copa de los picados), Aniversario los Mantarrayas y bienvenidos quienes quieran sumarse a este cronograma de pescadores recreativos.
Saludos y buena pesca para todos.
Mauricio Hernández Aliaga – Mecano